9 dic 2007

Alegrías a domicilio





Alegrías sueltas, las soltaron aquella tarde para que aquel que estuviese dispuesto a encontrarlas (sólo el que estuviese TOTALMENTE dispuesto) las encontrase. Toda la gente estaba fuera de su
casa, lejos de todo medio de comunicación más que los naturales (si es que los podemos considerar medios de comunicación aunque estoy segurísima de que lo son) , lejos de computadoras, celulares, delivery, dibujos animados, ondas, electricidad, lejos de todo. Todos se fueron al bosque más cercano e hicieron un pic nic inmenso… un pic nic para todo el mundo, para todo el que estuviese dispuesto, obviamente. El mundo entero se iba a bañar a los ríos más salvajes que encontrasen y comían todo tipo de frutas silvestres sin miedo a enfermarse… todos se ayudaban entre todos y cada vez
encontraban más alegrías, y aquel que encontrara una alegría cuando ya se había adueñado (aunque la palabra no lo define bien pero, lamentablemente, fue la única que encontré para que más o menos entiendan lo que quiero decir) cuando ya se había adueñado de otra, se la daba a alguien que estuviese dispuesto pero no había tenido la oportunidad de encontrar ninguna alegría. Pero se la daba porque sentía que así tenía que ser, no por ninguna obligación, recomendación ni sugerencia. Nos tiramos todos al pasto y nos tomamos de la mano. Me desperté, la fiebre me había subido muchísimo, fui a ver la televisión y el noticiero anunciaba que una nueva guerra había comenzado.

1 comentario:

con la mano izquierda dijo...

bueno voy a aprovechar que soy el primero y voy a pedir musica de trompetas ( tatatataaaaaaaan tatataaaaan, tatataaaaaaaaaaaan)
bueno muchas gracias
Lula la verdat muy bueno. ya te dije que me haces acordar a J C (como tambien dice tu abuelo)
pero si, segui asi, escribis lindo, fluido y sacas a bailar con las palabras, la verdad me saco el sombrero y la reverencio srita lula. siga asi le ira bien
ahora os dejo que quiero seguri criticando!!
sta entons
Yerman